Una de las cosas más importantes al incursionarnos en el mundo laboral es nuestro Registro Federal de Contribuyentes (RFC). Ya que este es nuestra identificación en el padrón de contribuyentes en territorio nacional.
El RFC se pide para firmar un contrato laboral, o para estar en aptitud de constituir sociedades, o incluso para expedir facturas como persona moral; sin embargo esto no es lo único que se necesita.
Con la reforma de 2014, se implementó la e.firma (antes la firma electrónica avanzada FIEL). La e.firma es un archivo digital que te identifica al realizar trámites por internet en el SAT e incluso en otras dependencias del Gobierno de la República. Tu e.firma es única, es un archivo seguro y cifrado, que tiene la validez de una firma autógrafa. Por sus características, es segura y garantiza tu identidad, por lo que, es importante que no se comparta con muchas personas, más que con el contador. La e.firma consiste en un archivo .key y .cer, los cuales te entregarán en USB cuando acudas al SAT, y una contraseña que tu podrás elegir con codificación alfanumérica.
Por otro lado, existe la CIEC que es un mecanismo de acceso para ingresas a diferentes aplicaciones y servicios que brinda el SAT a través de internet. Tu usuario siempre es tu RFC y tu contraseña es una palabra clave.
¿Cuál es la principal diferencia entre la e.firma y la CIEC?
Que la CIEC se utiliza para ingresar a los trámites básicos únicamente del portal del Servicio de Administración Tributaria y para solicitar devoluciones de menos de $10,000.
La e.firma es para cuestiones más complejas, tales como expedir facturas y nóminas, pero que además nos permite utilizarla en otras dependencias públicas, como con el IMSS, INFONAVIT y Secretarías.
De tal manera que, al acudir al SAT, para obtener nuestra e.firma, nos deberán de entregar lo siguiente:
– Un usb con nuestros archivos .key y .cer
– Asignar nuestra contraseña CIEC, y;
– Asignar nuestra contraseña de la e.firma
Recientemente, salió la posibilidad de tener la e.firma portable la cual te permite autenticarte en las aplicaciones del portal de trámites y servicios del SAT que utilicen este mecanismo, así como autorizar trámites con tu contraseña y clave dinámica desde cualquier parte del mundo, a través de un dispositivo móvil.
Finalmente hacemos hincapié en que por mucho tiempo se ha tenido la errónea idea de que si no vamos al SAT no tenemos RFC y por ende, no podemos ser detectados por el SAT, esto es completamente falso, ya que el SAT tiene un sin número de mecanismos para detectar nuestras operaciones e ingresos, la más sencilla de todas: cuentas bancarias.