A la mayoría de los contribuyentes les ha llegado por parte del Servicio de Administración Tributaria, la clásica «carta-invitación», para presentar declaraciones, o en su caso, pagar un monto supuestamente adeudado.
En la mayoría de los casos, las cartas invitación llegan impresas y al domicilio fiscal del contribuyente, vía correo electrónico, mediante llamadas telefónicas pregrabadas o directas, o por el Buzón Tributario.
Éstas se envían cuando la autoridad registra inconsistencias en los datos que presentaste al darte de alta en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), también porque hubiera detectado depósitos en efectivo en tu cuenta bancaria que no declaraste; en caso que haya mayores ingresos a los declarados (discrepancia fiscal) o ante la falta de una declaración provisional periódica o anual, indica el SAT.
Sin embargo, con la reciente regla 2.8.5.5 publicada el 10 de octubre en el Diario Oficial de la Federación, correspondiente a la Cuarta Resolución de Modificaciones de la Resolución Miscelánea Fiscal para 2017, el SAT sustituirá la famosa «carta invitación», por propuestas de pago con las cantidades ya determinadas por la autoridad, o declaraciones prellenadas para que el contribuyente las liquide, con su actualización y recargo respectivo con una línea de captura.
De tal manera que, dejarán de utilizar las cartas invitación, para ahora entregar a los contribuyentes la cantidad a pagar y una línea de captura. Sin lugar a dudas esto va a generar incertidumbre y miedo generalizado, puesto que será prácticamente exigir el pago de supuestas contribuciones basadas en la información con la que cuenta la autoridad, sin tomar a consideración el Régimen Fiscal de cada uno de los contribuyentes.
Si tienes alguna duda con esta agresiva forma de fiscalización, no dudes en contactarnos.
